Me gusta Ramón Trecet. Tengo su voz grabada desde que era niña con la etiqueta de Baloncesto colgada, a pesar de que nunca he seguido ese deporte. Unos cuantos años después, reencontré la voz de Ramón Trecet cuando estudiaba en Pamplona. A la hora de comer poníamos Radio 3 y ahí estaba él con sus descubrimientos musicales y su Diálogos 3, que ha mantenido en antena durante 34 años.
Todo esto viene porque hoy lo entrevistan en el mismo suplemento dominical en el que Soraya Sáenz de Santamaría muestra su sonrojante candidez para regocijo de Pedro J. Ramírez. Si la portavoz parlamentaria del PP aparece entre gasas, abandonada a la confidencia, en el suelo de una lujosa suite de un lujoso hotel de Madrid, Trecet asoma en la antepenúltima página del Magazine de El Mundo por un ventanuco y estruja en cada mano un zapato de estilo más bien ramplón mientras dice alguna que otra cosa inaudita y unas cuantas divertidas.
Inaudito es hoy que a alguien le hagan la tan manida y, en ocasiones, todavía eficaz pregunta de "¿Cuál es su mayor defecto?" y que ese alguien responda precisamente citando un defecto -ya no digo ni el mayor ni el peor-. Cuando lo habitual es que el entrevistado se confiese perfeccionista en exceso o demasiado trabajador -¡tremendos pecados!-, Trecet reconoce: "Soy extraordinariamente orgulloso y prepotente". ¡Bravo!... pese a todo.
Él, que debe de conocer tantas canciones, dice que la suya es Ne me quitte pas, de Jacques Brel; su película, El tercer hombre, de Carol Reed; y su libro, El Manantial de Ayn Rand. Y cuando le preguntan qué le hace reír, dice algo tan cómico como esto: "Juan Cruz [periodista de El País]. Hay entrevistadores que quieren quedar tan de puta madre que retocan sus propias preguntas".
Si no hubiese sido periodista, asegura que lo suyo sería trabajar de conserje. "Tienes mucho tiempo para pensar en todo... menos en ti mismo". Y cuando le piden que describa su domingo ideal, responde algo que yo podría parafrasear: "Frente al ordenador, escribiendo mi blog en Marca: 13t". Me gusta, sí.
Inaudito es hoy que a alguien le hagan la tan manida y, en ocasiones, todavía eficaz pregunta de "¿Cuál es su mayor defecto?" y que ese alguien responda precisamente citando un defecto -ya no digo ni el mayor ni el peor-. Cuando lo habitual es que el entrevistado se confiese perfeccionista en exceso o demasiado trabajador -¡tremendos pecados!-, Trecet reconoce: "Soy extraordinariamente orgulloso y prepotente". ¡Bravo!... pese a todo.
Él, que debe de conocer tantas canciones, dice que la suya es Ne me quitte pas, de Jacques Brel; su película, El tercer hombre, de Carol Reed; y su libro, El Manantial de Ayn Rand. Y cuando le preguntan qué le hace reír, dice algo tan cómico como esto: "Juan Cruz [periodista de El País]. Hay entrevistadores que quieren quedar tan de puta madre que retocan sus propias preguntas".
Si no hubiese sido periodista, asegura que lo suyo sería trabajar de conserje. "Tienes mucho tiempo para pensar en todo... menos en ti mismo". Y cuando le piden que describa su domingo ideal, responde algo que yo podría parafrasear: "Frente al ordenador, escribiendo mi blog en Marca: 13t". Me gusta, sí.
2 comentarios:
Tiene una voz que arrastra, de esas que portan las virtudes de un contínuo y las ventajas de una cierta crepitación como el fuego. A mí también me acompañaba desde Radio 3 mientras iba a trabajar en el coche. Me descubrió voces y músicas... Ahora tengo un amigo que lo conoce y además hace un programa tb en R3.. pero yo no tengo tiempo...
Saludos virtuales!
Hola María,
Gran post. Te invito a que te pases por el blog de 13t y sigas disfrutando de Ramón con nosotros :)
Un abrazo
Alex, responsable de participación de MARCA.com
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