Me he dado cuenta esta tarde, gracias a un compañero de aquella época que lo vuelve a ser ahora, de que hoy hace justo diez años que empecé a trabajar. Un tercio de vida, dicho de prisa y sin exagerar. Al contarlo, una compañera me ha comentado con sorna que están muy bien esos diez años cotizados de 32 vividos, pero que seguramente ya no habrá pensiones cuando a mí me toque recoger mis frutos. Podría quejarme de eso, pero lo cierto es que hoy me da igual.
Lo único que quiero celebrar hoy es esa ingenua y fugitiva sensación de ser feliz trabajando, esa incertidumbre al pensar qué sería yo si no esto, esa resignación complaciente de quien no sabe hacer más...
...pero mañana no duden de que lo negaré todo y me quejaré otra vez de quien inventó el trabajo para poder comer.
Lo único que quiero celebrar hoy es esa ingenua y fugitiva sensación de ser feliz trabajando, esa incertidumbre al pensar qué sería yo si no esto, esa resignación complaciente de quien no sabe hacer más...
...pero mañana no duden de que lo negaré todo y me quejaré otra vez de quien inventó el trabajo para poder comer.
5 comentarios:
Pues no te dirigiré la palabra hasta que te vuelva la cordura, mañana. La única razón de ser del trabajo, es dar pie a las sagradas vacaciones! Até já.
Qué bien sienta un pescozón a tiempo...
qué susto me diste! ;))
Yo creo que esa combinación trabajo/vacaciones es imbatible. Por ejemplo, si no trabajas, ¿cómo sentir ese gustito que da ir a trabajar justo el día antes de irte un mes de vacaciones? ¡Eso no tiene precio! Por cierto, yo voy a hacer el 19 de junio 9 años en La Voz y el 1 de octubre, 13 años trabajando. Dios mío, qué pureta voy. Bicos!
Eres un trabajador precoz, Luis, como yo. Quién nos habrá mandado...
Bendito encuentro el de Luís y Paula.
Bicos para ambos.
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