María Antonia Iglesias no me cae tan bien como Ramón Trecet, pero reconozco en ella la misma valentía y pasión por lo que hace que en él. Ayer por la noche la vi un rato en La Noria, de Telecinco, donde dijo una cosa que a mí me enseñaron hace años y con la que ella respondió a quien la acusaba de no ser objetiva. "La objetividad no existe -le contestó a la colega que la había interrogado y que entonces la miraba sin entender-; se puede ser honrado, honesto, pero ser objetivo es imposible". La otra siguió mirándola turulata, como si hubiese oído una excentricidad más de María Antonia.
Después de otras cuantas preguntas y respuestas y de que el presentador hubiese dado paso a los momentos más tensos protagonizados por la entrevistada y otros contertulios del programa, María Antonia Iglesias aún se atrevió a echar de menos el sonrojante enfrentamiento con Miguel Ángel Rodríguez. El video, que ya estaba preparado, volvió a traer a escena en unos segundos el momento en el que la veterana periodista llamó machista y cabrón a Rodríguez cuando éste le preguntó en plena discusión si no se había tomado la pastilla. "Me arrepiento muchísimo", confesó ayer Iglesias -y cito de memoria-, si bien recordó para regocijo del público que Rodríguez amenazó con irse si no retiraba lo de cabrón, pero nada dijo de lo de machista. "Y eso que se lo llamé tres veces", añadió. Y también dijo que tuvo la ocasión de reconciliarse con Rodríguez, de quien fue capaz de reconocer la gallardía con la que había actuado al defender la honradez de la clase política -también de la socialista- ante un chorizo como Luis Roldán. "Para meterse con el PSOE ya estoy yo", recordó María Antonia que bromeó Rodríguez cuando ya, entre bambalinas, sellaron la paz con dos besos.
María Antonia Iglesias se refirió también a la querella que presentó contra Luis del Olmo cuando en una tertulia la llamó "rata sectaria del guerrismo". "Lo de sectaria, vale; lo de guerrista, falso porque todo el mundo sabía que yo soy felipista; pero lo de rata...". Se querelló y se arrepintió de haberlo hecho. "Hice el memo", dijo mientras recordaba el argumento de la juez, que la consideró un personaje público expuesto a la crítica. Pero el tiempo la acabó poniendo cara a cara con Del Olmo, quien tuvo que entrevistarla durante la promoción de un libro sobre los socialistas escrito por ella. "Me hizo una entrevista muy bonita y fue tremendamente generoso conmigo", reconoció María Antonia Iglesias y contó que desde entonces son grandes amigos.
Ella, tan socialista, tan felipista y tan radical tantas veces, recordó que entre esos amigos está también Manuel Fraga y otros muchos del PP y, pasada ya la entrevista, cuando en el debate hablaban del Opus Dei, se confesó de nuevo católica y defendió a Pilar Urbano, con la que más de una vez ha ido a misa, según la he oído decir.
No sé si prefiero a los rojos, los azules o los amarillos; si a los creyentes, los agnósticos o los ateos; si a los federalistas, centralistas o nacionalistas.
Lo único que sé es que, de entre todos ellos, me quedo con los valientes.
María Antonia Iglesias se refirió también a la querella que presentó contra Luis del Olmo cuando en una tertulia la llamó "rata sectaria del guerrismo". "Lo de sectaria, vale; lo de guerrista, falso porque todo el mundo sabía que yo soy felipista; pero lo de rata...". Se querelló y se arrepintió de haberlo hecho. "Hice el memo", dijo mientras recordaba el argumento de la juez, que la consideró un personaje público expuesto a la crítica. Pero el tiempo la acabó poniendo cara a cara con Del Olmo, quien tuvo que entrevistarla durante la promoción de un libro sobre los socialistas escrito por ella. "Me hizo una entrevista muy bonita y fue tremendamente generoso conmigo", reconoció María Antonia Iglesias y contó que desde entonces son grandes amigos.
Ella, tan socialista, tan felipista y tan radical tantas veces, recordó que entre esos amigos está también Manuel Fraga y otros muchos del PP y, pasada ya la entrevista, cuando en el debate hablaban del Opus Dei, se confesó de nuevo católica y defendió a Pilar Urbano, con la que más de una vez ha ido a misa, según la he oído decir.
No sé si prefiero a los rojos, los azules o los amarillos; si a los creyentes, los agnósticos o los ateos; si a los federalistas, centralistas o nacionalistas.
Lo único que sé es que, de entre todos ellos, me quedo con los valientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario